Te perdono y me perdono
- Antonia Guci
- 14 oct 2019
- 3 Min. de lectura

Ayer leí una frase que me quedó dando vueltas en la cabeza, así que decidí reflexionar sobre eso hoy.
"No tienes que reconstruir la relación con toda la gente a la que has perdonado".
Para mí el perdón siempre ha sido un tema complicado porque, inconscientemente, toda la vida lo di demasiado rápido y demasiado fácil. Si me tuvieran que dar una medalla por algo sería por ser la campeona de evadir cualquier tipo de conflicto y terminar con el tema lo más rápido posible para poder olvidar que algún día pasó. Afortunadamente la vida me mandó a una persona que cree firmemente en que los conflictos son los que fortalecen las debilidades que tenemos cuando enfrentamos el mundo real y gracias a eso he empezado a abordar los problemas en vez de intentar taparlos con un dedo.
Ustedes que me leen aquí, en Wattpad, en Twitter, etc. podrían creer que para mí todo el asunto de las palabras me resulta casi natural, pero la verdad es que, si las palabras no son escritas, mi cerebro no sabe muy bien cómo expresarlas y estoy segura de que esa es la razón principal por la que siempre evito discutir con la gente a la que quiero, ¡Porque no sé cómo explicar lo que siento!
Gran parte de mi vida sentí la necesidad de vivir en paz con todos los que me rodeaban, a tal punto de incluso ocultar partes de mí misma con tal de no dar ni siquiera una mínima razón para un desacuerdo porque simplemente prefería estar de acuerdo con lo que decían los demás que defender mi punto de vista y dar pie a una discusión, así que Antonia del pasado, perdón por eso.
Una vez un amigo me preguntó si me arrepentía de no haberle dicho a alguien que lo perdonaba y la verdad es que siento que muchas veces no vale la pena decírselo a la persona. Hay relaciones que no vale la pena reconstruir, y es a esas personas a las que prefiero perdonar con el alma aunque nunca sepan que hicieron algo mal o que la razón de nuestra distancia vino desde su esquina. ¿Y saben qué? En este largo proceso de aprender a quererme a mí misma me he dado cuenta de que está bien no caerle bien a todos. Está bien que exista gente que no te soporte o que hable mal de ti, malo sería que nadie se percatara de tu existencia ¿No?
"No tienes que reconstruir la relación con toda la gente a la que has perdonado".
Releyendo esta frase me di cuenta de que, al menos para mí, el perdón que más me importa es el que me doy a mí misma. Muchas veces cuando alguien menciona a sus "enemigos" o a la gente a la que dice "odiar" a mí se me vienen varios rostros a la mente, pero jamás el mío. ¿Tan difícil es darnos cuenta de que nuestros peores enemigos somos nosotros mismos? En serio, piénsenlo. Les puedo asegurar que nadie jamás en la vida les ha hablado tan horrible como ustedes se hablan a ustedes mismos cuando cometen un error. ¿Cuál es la necesidad de autocastigarnos cuando podemos poner las cosas en perspectiva y aprender de dichos errores?
Hoy los invito a pedirse perdón por todas las veces que se degradaron, que se hicieron pedazos o que se hicieron sentir mal como forma de castigo. Tenemos que aprender a ser cordiales con nosotros mismos, así que la próxima vez que se den cuenta de que no se están hablando como le hablarían a sus mejores amigos en un momento difícil, replantéense el problema y convérsenlo con su yo interior desde un lugar de enseñanza y de amor porque yo les juro que si su bondad comienza por ustedes mismos vamos a lograr cambiar el mundo.
Comments